Cruz egipcia o Ankh
La cruz egipcia, conocida también como Ankh o Anj, era originalmente un jeroglífico egipcio utilizado para representar la palabra “vida”. Por extensión, esta cruz se convirtió principalmente en un símbolo de la vida.
Como es habitual en muchos símbolos de origen religioso o espiritual, no existe un único significado para este símbolo. A lo largo de la historia, este símbolo y sus variantes han sido utilizados por distintas culturas y religiones que le han dado distintos significados.
Entre los egipcios fue principalmente un símbolo de la vida o la inmortalidad. En este sentido, también tuvo una cierta relación con la muerte y los ritos asociados con la muerte.
El símbolo del Ankh también se ha interpretado como un símbolo de equilibrio entre fuerzas opuestas, por ejemplo, entre la masculinidad y la feminidad. También puede representar alegría, energía y fertilidad.
Una de las interpretaciones del significado de este símbolo lo relaciona con la unión sexual y, por lo tanto, con la fertilidad y la vida. Esto permite entender este símbolo no solo como un símbolo de la vida presente sino también como símbolo de la vida futura y de la inmortalidad.
A pesar de tener su origen en el Antiguo Egipto, esta cruz ha sido también importante en la cultura cristiana en la que se ha conocido como crux ansata. En los últimos años, la cruz egipcia ha tenido también una importancia destacable entre distintos movimientos culturales modernos.
Significado del Ankh en la cultura egipcia
Dentro del sistema de jeroglíficos egipcios, el Ankh representa el conjunto de tres consonantes: Ꜥ-n-ḫ. Esta secuencia de consonantes aparece en distintas palabras del antiguo idioma hablado por los egipcios.
La palabra más importante en la antigua lengua egipcia que contiene estas tres consonantes es la palabra vida. Esta secuencia también aparece en las palabras para designar espejo o ramo de flores.
A pesar de la gran importancia de este jeroglífico en la escritura egipcia, su origen es todavía motivo de debate entre los expertos.
Los jeroglíficos egipcios representaban siempre un objeto con una representación física en el mundo real: un pez, una casa, un ave, etc. En este sentido, no hay un consenso sobre el objeto que este jeroglífico podría haber representado.
Algunos expertos afirman que este jeroglífico representaba alguna especie de nudo importante en la cultura egipcia. Esta teoría puede verse reforzada por el hecho de que las versiones más antiguas de este jeroglífico aparecen con brazos ligeramente curvados y de distinta longitud.
Según otras teorías, este jeroglífico podría haber representado la correa de una sandalia, un espejo o una unión entre los atributos sexuales masculinos y femeninos.
En el arte egipcio, el símbolo Ankh aparece a menudo como representación de la vida. Así, son muy habituales las representaciones de dioses egipcios sujetando un símbolo del Ankh por su asa superior. Esto simbolizaba que la vida estaba en manos de los dioses.
También era habitual la representación de un dios sujetando un símbolo de esta cruz cerca de la boca o nariz de otro dios o de un faraón. Esta escena representaba el poder de los dioses para dar vida a los faraones y asegurar su existencia eterna.